Entretenimiento digital: La cola larga

Los que seguís mi blog, habréis leído en más de una ocasión que el modelo de la industria del entretenimiento (música, cine, literatura, juegos, etc.) está cambiando. Y que quien no se adapte, desaparecerá. Pero, ¿en qué consisten exactamente los cambios? En la miniserie de artículos que hoy comienzo intentaré analizarlo.

Hace unos años, en octubre de 2004, Chris Anderson publicó en la revista Wired un artículo titulado The Long Tail, algo así como "la cola larga". A lo largo de más de cinco páginas, detallaba pormenorizadamente un hecho sencillo, pero muy importante para entender qué está pasando con la industria del entretenimiento: las obras (películas, álbumes musicales...) menos populares generan menos demanda que las más populares (obviamente). Pero la demanda generada por las obras exitosas es menor que la demanda acumulada de las obras que no han tenido éxito.

Así dicho, es un poco farragoso. Pero si dibujamos un gráfico en el que por un lado ponemos la popularidad de la obra, y por otro la demanda que genera, la cosa comienza a tener más sentido:



¿En qué afecta esto al consumidor? Bien, tomemos el ejemplo de Deutsche Grammophon. Este sello discográfico tiene más de un siglo de andadura (fue fundado en 1.898), y a lo largo de ese tiempo ha juntado un catálogo de miles de grabaciones. De música clásica, por supuesto, un género que no mueve grandes masas como el pop o el rock alternativo. Y aquí está el problema. Si vamos a una tienda de discos, o a la sección de entretenimiento de una gran superficie, nos podemos encontrar a lo sumo unas pocas docenas de grabaciones de Deutsche Grammophon. Entre ellas, las sinfonías 5ª y 9º de Beethoven, obras para órgano de Bach, conciertos de Mozart, y cosas por el estilo. Pero, por mucho que lo busquemos, no vamos a encontrar una grabación histórica de la Filarmónica de Viena interpretando la Sinfonía Fantástica de Berlioz en 1.939. Sencillamente, la popularidad de esa obra no es muy grande, y la popularidad, por tanto, es baja. A lo mejor se podría vender un CD en diez años (o lo mismo, ni siquiera eso). Y esas ventas tan reducidas no justifican que el disco esté ocupando espacio en la estantería, desplazando a otros que (probablemente) se venderían mejor.

La consecuencia es clara: desde la creación de la industria discográfica a finales del siglo XIX, es probable que se hayan grabado millones (o incluso decenas o centenares de millones) de álbumes musicales. Pero sólo una fracción infinitesimal de ellos (¿1.000? ¿2.000?) están a nuestra disposición en las tiendas de discos. Sobre todo, por limitaciones de espacio. O al menos, así era hasta finales del siglo XX.

En el próximo artículo veremos qué ha cambiado en el siglo XXI. Aunque creo que ya os imagináis por dónde van los tiros.

Más información: http://www.wired.com/wired/archive/12.10/tail.html (en inglés)

La foto de la semana: Ventanas

Una vez más, la foto de la semana es una captura nocturna. O, más bien, al atardecer. Es un edificio de viviendas de Zamora que no tiene ningún rasgo llamativo, pero que he tratado (literalmente) de enfocar desde un ángulo diferente. Personalmente, lo que más me llama la atención es el contraste de colores, resultado de la mezcla de luces. Vosotros juzgaréis:

¡Feliz Navidad!

Aumentan las ventas de música por Internet

El titular de este artículo no es una sorpresa. Tampoco lo es que se vendan menos CDs. La sorpresa viene cuando nos enteramos de que las ventas de música por Internet (las "descargas pagadas") han aumentado más que las descargas de las redes P2P. ¿O no deberíamos sorprendernos?

Yo, personalmente, no me he sorprendido mucho. Este momento tenía que llegar. Siempre he dicho que la gente descarga música del eMule principalmente por dos razones: por falta de alternativas, o por estar quemados de cómo operan discográficas y gestoras de derechos. En cuanto a la primera razón, hoy en día, hay numerosas alternativas de pago viables (aunque en Europa estamos todavía en el vagón de cola). En iTunes Store, por ejemplo, si tienes una cuenta vinculada a tu tarjeta de crédito, puedes comprar una canción o un álbum con dos clics a un precio razonable.

En cuanto a la segunda razón, en los últimos tiempos han surgido gran cantidad de discográficas independientes o incluso grupos musicales que ponen su música a disposición de sus fans directamente, saltándose a las grandes multinacionales. En algunos casos, gratis; en otros, cobrando algo (habitualmente menos que las tiendas "oficiales", como iTunes), o pidiendo una donación voluntaria a cambio. Y casos se han dado de grupos que con esas donaciones voluntarias han recaudado más dinero que con la venta de CDs físicos.

Ya lo he dicho más de una vez, y lo vuelvo a repetir: los tiempos cambian, el mercado del software (música, vídeos, películas, programas de ordenador...) está cambiando. Y los dinosaurios que no se adapten, desaparecerán. Cada vez está más claro.

Más información: http://www.npd.com/press/releases/press_081218.html (en inglés)

La foto de la semana: Rotonda

Esta vez os presento una nocturna que es, al mismo tiempo, un homenaje a esos inventos que tan necesarios son para el tráfico, pero que tanto nos fastidian a los pasajeros: las rotondas. Tomada, como es habitual, con larga exposición y sin trípode.

Menos zoom, por favor

Después de discutir la resolución del sensor y el factor de forma, aún me queda un tema que tratar en esta miniserie: el del zoom.

Todo el mundo sabe que el zoom explica lo "lejos" que se puede llegar ampliando la imagen. Y, desde ese punto de vista, más zoom es mejor. Pero aquí también hay una cosa que se callan los fabricantes cuando anuncian las cámaras.

El tema es que, con el zoom desactivado (en el "extremo ancho"), no todas las cámaras cubren el mismo ángulo. Hay un dato, la "distancia focal equivalente" (a menudo abreviado como "distancia focal"), que lo mide. La mayoría de las cámaras compactas parten de una distancia focal de 35 mm., que suele ser adecuada cuando sacamos paisajes o fotos de monumentos (dos de los usos más habituales de las cámaras domésticas). Si se nos queda un poco corto y no nos cabe la torre de la catedral, nos alejamos unos pasos, y ¡listos! Ya tenemos la foto. El problema es que en interiores, cuando nos echamos para atrás, a menudo nos encontramos con una pared. Si habéis intentado fotografiar una fiesta de cumpleaños, sabréis a qué me refiero.

Para evitarlo, en algunas cámaras el zoom parte de 28 o incluso 24 mm. A una "distancia focal" de 24 mm., la cámara captura un 50% más de espacio que a 35 mm. Y ese 50% de espacio es, os lo puedo asegurar, fundamental en interiores.

Por otra parte, la mayoría de las compactas vienen con un zoom de 3x que termina (las más de las veces) en 105 mm. (3x35 mm.). Hay modelos con zoom de 4x, 6x, o incluso 10x. Pero, en la práctica, sólo son útiles en muy contadas ocasiones, para captar detalles de monumentos o hacer una foto de un lugar al que no podemos acercarnos más. No es malo que una cámara tenga mucho zoom, pero sí es menos importante que la distancia focal inicial.

La distancia focal va impresa en el frontal objetivo, así que es fácil saberla simplemente mirando la cámara. En mi Canon PowerShot A720, pone "5.8-34.8 mm.". Esto es la distancia focal "real", y para obtener la "equivalente" hay que miltiplicarlo por un factor, que depende del tamaño del sensor, pero que en casi todas las compactas y bridges es 6. Así, multiplicando por 6, los números del objetivo de mi A720 se convertirían en 34.8-208.8 (muy cerca del valor real de 35-210 mm., y suficiente como aproximación). En las réflex, el número por el que hay que multiplicar varía entre 1 y 2, dependiendo del tamaño del sensor, siendo 1,5 y 2 los factores más frecuentes.

Una réflex, por favor

En el anterior artículo mencionaba la medida de megapíxeles por centímetro cuadrado (Mp/cm²), y cómo podía ser una medida de la calidad de imagen entregada por el sensor de una cámara.

Como decía, las compactas suelen rondar los 35 Mp/cm², mientras que las réflex se mantienen entre los 2 y los 4 Mp/cm². Por poner dos ejemplos típicos, la Canon PowerShot G10 tiene exactamente 34 Mp/cm², y la Nikon D90, 3,3 Mp/cm². Las "bridge", pese a ser más parecidas en volumen y peso a las réflex, están construidas sobre sensores del mismo tamaño de los usados en las compactas, y tienen tamaños de píxel similares. Sin ir más lejos, la Olympus SP-565UZ monta un sensor de 36 Mp/cm².

Por tanto, en cuanto a calidad de imagen, entre los tres tipos de cámaras, sin dudarlo, las reinas son las réflex. Eso no es ninguna sorpresa. Lo que sí sorprenderá a más de uno es saber que las bridge están más cerca de las cámaras de bolsillo que de sus hermanas mayores. Cierto es que montan mejores ópticas que las compactas. Pero con sensores de ese tamaño, las limitaciones impuestas por el ruido pesan más que las de las ópticas. Y, precisamente por eso, usar una óptica con la calidad de una réflex en un sensor del tamaño de una compacta no aumenta mucho la imagen.

En el tercer y último artículo de la serie entraré, precisamente, en el tema de las ópticas. Más concretamente en el rango de distancias focales, o el "zoom", como se conoce popularmente.

Menos megapíxeles, por favor

Lo primero que me pregunta la gente cuando me ve con una cámara nueva es: "¿de cuántos megapíxeles es?". Algunos preguntan a continuación: "¿qué zoom tiene?". Natural. Son las dos cifras que se usan habitualmente para anunciar una cámara digital, igual que los megahertzios de un procesador, o los gigas (o teras) de un disco duro.

Sin embargo, contrariamente a lo que se cree, no siempre es mejor una cámara con más megapíxeles. A veces, hasta puede llegar a dar peor calidad de imagen.

Las cámaras compactas, por su reducido tamaño, están obligadas a usar un sensor pequeño. No sólo pequeño, sino de un tamaño limitado. Esto quiere decir que, cuantos más megapíxeles tenga el sensor, más pequeño será cada píxel. Lógicamente, cuanto más pequeño es el píxel, menor cantidad de luz puede recoger. Y más hay que "amplificar" la "señal" que produce para obtener una imagen adecuada.

Ahora, recordad las cintas de casete. Si una cinta estaba bien grabada, el ruido de fondo casi no se notaba. Pero en una cinta mal grabada, teníamos que subir el volumen. Y eso amplificaba tanto la música como el ruido de fondo.

Con las cámaras compactas pasa lo mismo: cuantos más megapíxeles tiene el sensor, más hay que "amplificar" la señal, y, por tanto, más ruido obtenemos. Hasta 8-10 megapíxeles, el ruido se mantiene a un nivel aceptable. Pero a partir de ahí, se eleva tanto que la cámara tiene que filtrar la imagen para mantenerla "visible". Y este filtrado muchas veces elimina detalle de la imagen. El resultado: en la práctica, una cámara de 14 megapíxeles produce el mismo nivel de detalle que una de 10 megapíxeles. O incluso menos, si estamos disparando de noche o en interiores.

Para los que os gustan los datos técnicos, he aquí una característica que casi ningún fabricante cita en las especificaciones: los megapíxeles por centímetro cuadrado (Mp/cm²). Dadas dos cámaras de la misma quinta, los Mp/cm² son una buena medida del ruido que genera el sensor, y pueden ser empleados como una medida de la calidad de imagen. A grosso modo, las compactas suelen andar entre 30 y 35 Mp/cm², mientras que las réflex suelen rondar los 3 Mp/cm². Este ratio se puede calcular conociendo el tamaño del sensor (un dato que sí que proporcionan los fabricantes) y el número de megapíxeles, pero yo suelo consultarlo en la base de datos de modelos ("Camera Database") de Digital Photography Review (http://www.dpreview.com/, en inglés).

En el próximo artículo, usaré los megapíxeles por centímetro cuadrado para resolver la eterna cuestión "¿compacta, bridge o réflex?", con un resultado que probablemente sorprenda a muchos. Y en el tercer y último artículo de la serie me meteré con el "zoom" y sus implicaciones.

La foto de la semana: Nubes atrapadas III

Esta semana he escogido un disparo que muchos identificarán inmediatamente como obra mía. Tiene algunos de los ingredientes más habituales en mis fotografías: tema urbano, contraluz, composición oblícua... Si han servido para cocinar o no una imagen "sabrosa", vosotros lo diréis.

¿Qué cámara regalar? (segunda parte)

Muchos me seguís preguntando qué regalar. Queréis que me "moje" y os diga un modelo. Bien, aquí están mis recomendaciones. Pero en lugar un modelo, os voy a señalar tres, para tres presupuestos y tipos de usuarios diferentes.

Si queréis regalar una cámara de "apuntar y disparar", completamente automática, os recomiendo la Nikon Coolpix L16. Es una Nikon, con toda su solvencia y calidad de imagen, al precio de una Werlisa o una Samsung. 7 megapíxeles, zoom óptico de 3x (35-105 en equivalente 35mm., para los que os gustan los detalles), y una sencillez y saber estar de la que pueden dar fe quienes el año pasado compraron la L14 y la L15 a recomendación mía. Carrefour la tiene a 69 Euros, y, en todo caso, no os debería ser difícil encontrarla por debajo de 100 Euros.

Si queréis una cámara más avanzada, para alguien que sabe o quiere aprender fotografía, necesitáis una cámara con controles manuales. En este caso, os recomiendo dos modelos de Canon: la PowerShot A570 IS y la PowerShot A720 IS. Las dos son muy parecidas (estabilización óptica de imagen, ISO 1600, procesador DiGIC III, posibilidad de usar adaptadores y filtros ópticos...). Sólo se diferencian en la resolución (7.1 mpx. para la A570 y 8 mpx. para la A720) y el zoom (4x 35-140 f/2.6-5.5 para la A570 y un magnífico 6x 35-210 f/2.8-4.8 para la A720). Como sabéis, tengo una A720, y puedo aseguraros que con un mínimo de teoría fotográfica y un poco de cuidado puede sacar unas imágenes excepcionales, que pueden llegar a rivalizar con las de una réflex. Y, por lo que he podido ver, la A570 IS (igual que el resto de la gama PowerShot A) tiene una calidad comparable. La PowerShot A570 IS cuesta en torno a 150 Euros y la PowerShot A720 IS anda sobre los 200 Euros. Éste último modelo es difícil de encontrar, y en muchos sitios os sugerirán que compréis en su lugar la nueva PowerShot A2000, pero ¡cuidado!, la A2000 no admite adaptadores ni filtros, y no tiene modos manuales.

Si andáis buscando una réflex solvente a buen precio, os recomiendo, con los ojos cerrados, la Nikon D40. Su sensor de 6 mpx. y la electrónica de Nikon permite obtener imágenes de una calidad soberbia, y prácticamente libres de ruido, exceptuando los modos ISO superiores a 1600. Muchos sitios (Media Markt, PC City...) la venden por precios entre 240 y 300 Euros con un objetivo Nikkor de 18-55 mm. El objetivo, por lo que parece, no es una maravilla de calidad de imagen, pero sirve para empezar, y, siendo una Nikon, se le puede conectar prácticamente cualquier objetivo fabricado para dicha marca en los últimos 50 años (obviamente, sólo los fabricados en la última década permitirán que la cámara controle apertura, velocidad, enfoque y distancia focal).

Para terminar, un aviso. En una cámara compacta, evitad comprar un modelo de más de 10 megapíxeles. La razón tiene que ver con el tamaño del sensor y el ruido ("grano"). Ya escribiré esta semana un artículo explicando el tema con detalle.

Vuelve el vinilo

Como ya comentaba la semana pasada en un artículo, una de las grandes sorpresas de este año ha sido la vuelta del vinilo. Seguro que habéis visto en Internet o en alguna tienda esos giradiscos con conexión USB que sriven para conectarlos al ordenador y digitalizar nuestra colección de vinilos. Pero no ha sido hasta ayer que me he convencido de que realmente el vinilo está de moda. Aquí tenéis la prueba:

(clic para ampliar la imagen)

El aparato en cuestión es una especie de minicadena que tiene sintonizador analógico, lector de tarjetas SD, puerto USB, giradiscos y altavoces incorporados. Tiene un botón de grabación, por lo que, supuestamente, será capaz de grabar en tarjetas SD o en dispositivos USB desde el plato o la radio. Hay dos cosas que llaman la atención. La primera es la ausencia de un reproductor de CD. La segunda, que evidentemente, este aparato es de gama baja.

El que el aparato sea de gama baja, implica una producción en masa. Ya no es una empresa de entusiastas londinenses la que está poniendo a la venta el producto, sino un fabricante (probablemente oriental) que no se moja si no ve que puede vender unos cuantos centenares de miles de unidades. Por otra parte, el CD está desapareciendo de las minicadenas pocos años después de que lo hiciera la cinta de casete. Judguen ustedes mismos lo que eso significa :-) .

¡He escrito un libro!

Este fin de semana me he liado la manta a la cabeza, y he llevado a la práctica una idea que me rondaba la cabeza desde hace unos meses: publicar un libro con algunas de mis mejores fotografías.

Después de considerar varias opciones, me he decantado por el servicio de Blurb (http://www.blurb.com/), porque sé que tienen una calidad más que decente y los precios son los más baratos que conozco. El software es bastante sencillo y proporciona una buena colección de plantillas de página, bordes y texturas de fondo, pero es bastante lento, y limitado en algunos aspectos. Digamos que es "sufrible". La calidad de impresión es buena (lo sé porque no es la primera vez que les encargo un trabajo), y los gastos y tiempos de envío, razonables.

He titulado el libro "La ciudad en el bolsillo" en referencia a mi costumbre de llevar siempre la cámara en el bolsillo, para poder sacar una foto cuando veo algo interesante. De esta forma, capturo todo tipo de escenas de mi ciudad, Zamora, y las guardo en el bolsillo. El libro contiene 75 de mis fotografías, todas ellas tomadas entre abril de 2.004 y abril de 2.008. Cada fotografía ocupa una página completa (salvo una imagen panorámica, que ocupa dos páginas enfrentadas), y el libro tiene un formato de 25x20 cm. (apaisado), por lo que pueden contemplarse con todo su detalle.

Podéis ver el resultado visitando su página web: http://www.blurb.com/bookstore/detail/479834. Allí mismo, si queréis, podéis hacer una vista previa de las primeras 15 páginas, o adquirir uno o más ejemplares. Espero que os guste :-) .

Más información: http://www.blurb.com/ (en inglés)

¿Qué cámara regalar?

La Navidad se acerca, y con ella los regalos (de Reyes, de Papá Noël o, incluso, de Año Nuevo). Cada vez se regala más electrónica, y, sin duda, los productos relacionados con imagen (cámaras, marcos digitales, etc.) son las estrellas. Los chicos de Digital Photography Review han publicado (en inglés) un par de comparativas de cámaras digitales, cubriendo los dos segmentos más habituales: las cámaras "económicas" (de menos de 120 Euros), y las "ultracompactas" (esas que son poco más grandes que la caja de una baraja).

En la comparativa de compactas económicas, las mejor paradas son la Canon PowerShot A590 IS, la Nikon L18 y la Panasonic LZ8. Yo me quedaría con las dos primeras, por la solvencia de las marcas y el buen rendimiento que ofrecen. El modelo de Nikon da una calidad de imagen razonable a un precio realmente ajustado (el segundo más bajo de la comparativa), mientras que la Canon, aún siendo algo más cara, ofrece una calidad soberbia en casi todas las circunstancias y está construida para durar.

Por otra parte, entre las ultracompactas, la cosa queda entre la Panasonic DMC-FX37 y la Canon SD 790 IS. Siendo el precio el mayor inconveniente de estos modelos, hay que resaltar que la Nikon Coolpix S210, que es hasta un 50% más barata que otras cámaras de la comparativa, ha obtenido un resultado notable, superando incluso en algunos momentos a su hermana más cara, la Nikon Coolpix S60.

Las dos comparativas ya publicadas cubren lo que la mayoría de la gente irá a buscar al comprar un regalo, pero Digital Photography Review promete otras tres entregas de esta comparativa navideña, sobre los segmentos "prosumer", réflex digital y "ultra zoom". Ya os contaré cuando las hagan públicas.

Más información: http://www.dpreview.com/ (en inglés)

La foto de la semana: ¡Feliz cumpleaños!

El edificio del Ayuntamiento de Valladolid, inaugurado en 1.908, acaba de cumplir 100 años. Para celebrarlo, han restaurado su fachada, y le han añadido iluminación nocturna en los dos colores más vallisoletanos: el violeta y el blanco. El resultado es de lo más fotogénico, y en los últimos meses se han visto en Flickr decenas de imágenes de la fachada. Por esa razón yo intenté algo diferente: aproximándome a una de las esquinas, y usando un adaptador gran angular y un ángulo forzado, conseguí esta composición. A mi me gusta, y parece que a mis visitantes también :-) .



Por cierto: mi amigo Chema Concellón acaba de inaugurar en Valladolid una exposición monográfica sobre este mismo edifcio, titulada Una historia de 36.520 días. Estará abierta hasta el día 11 de enero. Si visitáis Valladolid en esas fechas, no dejéis de ir a verla.

Más sobre los netbooks de Asus

La semana pasada escribí un comentario sobre el netbook Asus Eee PC 901. En él, si os acordáis, comentaba cómo una de sus mayores limitaciones es que la unidad de almacenamiento de sistema cuenta sólo con 4 Gb de capacidad. Esto hace que instalar y usar Windows XP en el día a día tenga serias dificultades.

Pues bien, esta semana una amiga me ha pedido que le arregle su portátil porque no se conecta a Internet... Y ha resultado ser un Eee PC 701 con Windows XP. Como este modelo trae una única unidad de 4 Gb, después de conseguir que la red funcionase me he marcado como reto ampliar al máximo el espacio disponible en disco. Y, ciertamente, me ha sorprendido el resultado: después de instalar el Service Pack 3 de XP, el equipo ha quedado con casi 1 Gb de espacio libre, margen suficiente para trabajar sin peligro a quedarnos bloqueados. Los detalles de qué he hecho están más abajo (para no aburrir a quien no quiera conocer esos detalles "sucios").

La conclusión que he sacado es que 4 Gb pueden ser suficientes para el uso de "ordenador secundario" para el que está diseñado el Eee PC. El problema es que con la configuración predeterminada de Windows XP, queda muy poco espacio libre en la unidad, y es fácil agotarlo (lo que puede llegar a causar, si tenemos muy mala suerte, que Windows no arranque). Definitivamente, no es una configuración adecuada para usuarios novatos.

Aquí vienen los detalles que os prometía antes. Para conseguir este resultado, he comprimido las carpetas Archivos de programa, Documents and Settings, Windows\$hf_mig$, Windows\inf, Windows\ServicePackFiles y Windows\SoftwareDistribution, además de eliminar las carpetas de desinstalación de parches y del Service Pack 3 (Windows\$NtServicePackUninstall$ y Windows\$NtUninstallKB*$).

Jamás comprimáis o eliminéis una carpeta sin saber exactamente para qué sirve, y qué efectos puede tener. Durante el arranque, Windows no puede leer archivos que estén comprimidos, por lo que si os pasáis comprimiendo, puede que el ordenador no arranque. Tampoco os fiéis mucho de lo que cuentan por los foros. Hay mucho espabilado hablando de lo que no sabe, y hay errores de bulto. Si os queréis aventurar, usad únicamente documentación oficial de Microsoft, o de blogs de prestigio.

Por supuesto, todo en este post se aplica también a los modelos con 12 y 20 Gb de almacenamiento, ya que la unidad de sistema sigue siendo de 4 Gb. En esos equipos existe la posibilidad de situar el archivo de intercambio y algunas carpetas en la segunda unidad, lo que permite aligerar aún más la carga de la unidad de sistema, pero todos estos trucos funcionan sin problema.

Deutsche Grammophon se convierte en la segunda mayor tienda de música en Internet

Hoy se ha conocido la noticia: Amazon, que hasta ahora era el mayor aspirante a quitarle el primer lugar a iTunes Store, se ha visto superada por Deutsche Grammophon. El hecho no es interesante únicamente porque la discográfica alemana esté especializada en música clásica, ni siquiera porque haya conseguido dicha posición tan sólo un año después de su presentación.

En mi opinión, la verdadera razón de la meteórica subida de DG es que ofrece servicios adicionales. Para empezar, vende tanto CDs, DVDs y Blue-Rays como música en formato electrónico. También permite a los compradores escuchar los álbumes completos durante una semana antes de adquirirlos. Y ha sido la primera firma en ofrecer descargas comprimidas tanto en MP3 a 320 Kbps (que tiene para casi todo el mundo una calidad excelente), como en el formato FLAC de compresión sin pérdida. En este último caso, el audio reproducido es bit a bit exactamente el mismo contenido del CD original, por lo que no hay degradación de ningún tipo.

Pero la puntilla no viene por cómo ofrecen el producto, sino qué ofrecen. El 70% de los compradores, parece, acuden a la web de Deutsche Grammophon buscando CDs difíciles de encontrar. Y un 15% adquieren y descargan en formato electrónico álbumes descatalogados hace años, prácticamente imposibles de conseguir de otro modo.

Los tiempos han cambiado. Ha pasado la época de cobrar 25 € por un CD con diez canciones embalado en una carpeta de cartón (el famoso digipack). Lo de que si no se compran discos dejará de haber música ya no cuela. La gente está cansada de abusos, y hay que convencerla de que merece la pena gastarse el dinero en música. Hay que ofrecer servicios adicionales que hagan más llamativo el producto.

El futuro es la posibilidad de acceder por Internet a todos los fondos discográficos de la historia (desde los cilindros de fonógrafo finales del siglo XIX hasta los últimos éxitos del siglo XXI) y transferirlos directamente de la web a nuestro reproductor. Los discos ópticos (CDs, DVDs y Blue-Rays) se van a convertir en objetos para fans y coleccionistas, y van a venir acompañados de abundantes libretos, material extra o incluso libros de formato completo. Un indicativo de esta tendencia es la vuelta de vinilo.

Espero que, por su bien, las grandes discográficas se den cuenta de esto. El consumidor ya conoce Internet, y cada vez ve más superfluos los intermediarios: en la red de redes, puedes comprar lo mismo a una multinacional que a una independiente, o incluso directamente al músico. Por otro lado, si saben ver las nuevas oportunidades que les brinda Internet, podrán tener un nuevo renacimiento. Como Deutsche Grammophon.

La foto de la semana: Nubes y piedras

En las dos semanas que han pasado desde la última "foto de la semana" que publiqué en este blog, he subido a mi galería de Flickr algunas fotos de las que estoy orgulloso. Me ha costado quedarme con una sola, pero al final la agraciada ha sido ésta. Se trata de un detalle de la fachada del Mercado de Abastos de Zamora, encuadrado de una forma un tanto especial para cuadrar la composición con una nube que había detrás. Es, como tantas otras fotos, uno de esos disparos que haces simplemente porque pasas por allí, miras, y dices, "qué bonito". A menudo esas son las mejores fotografías.

Netbook Asus Eee PC 901

Como sabéis, llevo un tiempo pensando en cogerme un netbook para complementar mi actual portátil. La idea es tener una máquina pequeña y ligera que me pueda llevar de viaje cuando no necesito hacer trabajo pesado, sin que me pese o me ocupe mucho en el macuto (para trabajo serio, continuaría usando mi actual portátil de 14").

Pues bien, la semana pasada un amigo mío se ha comprado un Asus Eee PC 901, con pantalla de 8,9", 1 Gb de RAM y 12 Gb de almacenamiento en estado sólido (SSD, Solid State Drive). Y he tenido ocasión de "jugar" un poco con él.

El factor de forma plantea un compromiso bastante equilibrado entre portabilidad y usabilidad. Es poco más grande que un reproductor de DVD portátil (o que una libreta tamaño cuartilla), y pesa alrededor de un kilo. La fuente de alimentación, un "peso oculto" en la mayoría de los portátiles, es también muy ligera: de hecho, se parece más al cargador de un teléfono móvil que al ladrillo que es habitual encontrarse en estos equipos. Y eso se agradece. El teclado y la pantalla son, evidentemente, más pequeños que los de un portátil tradicional; pero son aceptables para uso ocasional, para navegar por Internet, leer el correo, ver una película y, quizás, trabajar un rato. El touchpad es cómodo de manejar, y parece que soporta gestos con dos dedos para desplazar y hacer zoom, aunque no he llegado a comprobarlo.

El apartado de conectividad está resuelto más que satisfactoriamente. A los tres puertos USB 2.0 hay que sumarles un lector de tarjetas SD/MMC, un puerto de red Ethernet de 10/100 Mbits, y antenas Wi-Fi y Bluetooth incorporadas. Aparte de esto, el equipo cuenta con altavoces y micrófonos estéreo (más los correspondientes minijacks para auriculares y micrófono externo), y una webcam de 1.3 megapíxeles.

En almacenamiento, sin embargo, me ha dejado un sabor agridulce. Por una parte, el que se haya optado por almacenamiento en estado sólido (básicamente memoria flash) en lugar de un disco duro tradicional tiene grandes ventajas: menor consumo (con lo que se alarga la vida de la batería), menor peso, y mayor resistencia a golpes. Por otro lado, los 12 Gb de que dispone, aunque escasos para los tiempos que corren, deberían ser suficientes para ejecutar el Windows XP Home Edition incluido de serie. En teoría. Pero en la práctica, el almacenamiento está repartido en una unidad de sistema de 4 Gb y una unidad de datos de 8 Gb. Y, claro está, Windows XP entra con calzador en 4 Gb (y en cuanto instalamos un par de aplicaciones, tenemos que andar con cuidado para que no se nos llene la unidad de sistema). Lo que es peor, las dos unidades son dispositivos físicos independientes, y no particiones de un mismo dispositivo, por lo que es imposible unirlas*. Hay alternativas para aligerar la cargar de la unidad de sistema, como mover el archivo de intercambio a otra unidad, o emplear enlaces duros (hard links) para redirigir algunas carpetas de sistema. Pero son métodos que, por su complejidad, quedan fuera del ámbito del público al que van dirigidos estos ordenadores. El modelo con Linux viene con 20 Gb de almacenamiento, pero, como os podéis imaginar, están también divididos en dos unidades de 4 Gb y 16 Gb (y la de sistema sigue siendo la pequeña).

Según las especificaciones, la batería tiene una duración de entre 4 y 8 horas bajo Windows XP. Y la impresión que me ha dado cuando he trabajado con el equipo de mi amigo es que esas estimaciones no están lejos de la realidad. Pero habría que verlo con más calma (ya que los fabricantes tienden a medir la capacidad de las baterías en condiciones ideales - pero irreales).

En cuanto a software, se incluyen de Windows XP Home Edition, Microsoft Works, Internet Explorer 7, Windows Live Mail y Windows Live Messenger. Todo el software viene preinstalado, y se incluyen, además, un CD de recuperación, y las claves de licencia de Windows XP y Microsoft Works.

Resumiendo, el Asus EEE PC 901 es una máquina ideal para quien ya tenga un equipo de sobremesa, o un portátil "pesado", y desee una segunda máquina ligera, ya que la configuración es bastante acertada. Es más que suficiente para uso ocasional, pero nunca será un sustituto para máquinas de mayor tamaño. En todo caso, la extraña distribución del almacenamiento puede causar problemas mayores a los usuarios que no quieran ensuciarse las manos con la configuración. Es una pena en un producto, por otra parte, casi redondo.

Ficha técnica

Categoría: hardware / ordenador portátil
Fabricante: Asus
Producto: Eee PC 900
Configuración: pantalla TFT 8,9", 1 Gb de RAM, 12 Gb de almacenamiento en estado sólido
Plataforma: Windows XP
Web: http://es.asus.com/search.aspx?searchitem=1&searchkey=EEE+PC+901
Precio: 368 € (App Informática)
Lo bueno: Ligero y pequeño. Perfecto como ordenador de viaje.
Lo malo: Almacenamiento repartido en dos unidades. Un poco lento para los estándares actuales.
Calificación: 8/10

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* Técnicamente, sería posible unir dos dispositivos diferentes en un único volumen lógico particionando ambos discos como dinámicos y creando un volumen dinámico que abarcase ambos... pero Windows XP Home, la edición incluida con el Eee PC 901, no soporta discos lógicos.