Hace un par de meses, Canon sorprendió a propios y extraños con el lanzamiento de la EOS 5D Mark II. Esta nueva cámara, además de mantener la excelente calidad de imagen de Canon gracias a su procesador DiGIC 4, añadía la posibilidad de grabar vídeo en alta definición a 1080p. Lo que es muy interesante en una cámara con objetivos intercambiables que cuesta la tercera parte de una cámara de vídeo de alta definición profesional. Esto abrió un nuevo horizonte a los productores independientes, necesitados de máquinas potentes y baratas.
Pues bien, hoy Canon ha anunciado que publicará la semana que viene una actualización de firmware que añade una característica que -en mi opinión- debería haber estado desde el principio: el control manual de exposición en modo vídeo. Con esta nueva función, es posible seleccionar la apertura, el tiempo de exposición y la sensibilidad ISO durante la grabación de vídeos, dando al usuario un total control creativo. El complemento adecuado a la posibilidad que brinda una réflex como la 5D Mark II de intercambiar lentes y usar fácilmente filtros y otros accesorios.
Este anuncio es un clavo más en el ataúd de las cámaras de vídeo dedicadas. Cada vez está más claro que de aquí a unos años, las cámaras de vídeo se verán relegadas a un nicho de gama alta para profesionales, mientras que el resto del mercado se verá cubierto por cámaras híbridas de vídeo y audio. Incluyendo, naturalmente, el segmento de consumo, en donde esta tendencia empieza a ser habitual.
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