miércoles, 14 de octubre de 2009

EstelCon 2009

Sociedad Tolkien EspañolaMañana salgo de viaje. Voy a la EstelCon, la convención anual de la Sociedad Tolkien Española, que este año se celebra en Cardona (Barcelona).

Allí me encargaré, junto a Pilar Caldú (ganadora de los Premios Gandalf en 2007) de organizar y moderar la Merienda Literaria. En ella, charlaremos sobre literatura con quién quiera unirse y llevaremos a cabo un taller de creación literaria en grupos, además de alguna que otra sorpresa (¿qué será, será...?). Además, el equipo editor de la Estel, la revista trimestral de la Sociedad Tolkien, ha tenido a bien encargarme un año más preparar la crónica oficial, tarea en la que me ayudarán Juanjo Sáez y Mónica Sanz. Espero que con todo esto me dé tiempo de divertirme y charlar con viejos amigos.

Durante el tiempo que esté fuera, no escribiré en el blog. Considerad esto como unas mini vacaciones (que en realidad lo son). ¡Nos vemos a la vuelta!

La foto de la semana: Paseo del Muro

Mi reciente visita a Gijón y Oviedo ha sido bastante fructífera (fotográficamente hablando). Aquí tenéis otra fotografía de mar, bastante diferente de la anterior. Es una vista de la Playa de San Lorenzo y el Paseo del Muro a la caída de la tarde.

Paseo del Muro

lunes, 12 de octubre de 2009

Lo que siempre quisiste saber sobre la TDT y nadie se atrevió a contarte

A lo largo de este mes de octubre, gran parte de Castilla y León sufrirá el temido apagón analógico. En esos lugares desaparecerá la señal de televisión tradicional (625 líneas, 50 cuadros por segundo entrelazados, sistema de color PAL), que ha ocupado las ondas desde el comienzo de las emisiones de Televisión Española en 1956. A partir de ese momento, sólo estará disponible la señal de televisión digital terrestre, conocida por sus siglas, TDT. Otras partes de España han hecho ya la transición al sistema digital, y las restantes, la completarán antes de la fecha límite del 3 de abril de 2010.

Lo malo es que no nos han contado todo lo que deberíamos saber.

Por ejemplo, nos dicen que todos los televisores pueden recibir la TDT con un decodificador externo. En realidad, pocos televisores anteriores a 1990 cuentan con una entrada de vídeo (sea un euroconector o un par de jacks RCA), por lo que no es posible conectarles el decodificador. Y en los pueblos y en las casas de gente mayor hay más televisores de esa época de lo que parece.

Pero no son sólo los televisores antiguos los que van a tener problemas. Todos los vídeos VHS que aún están en funcionamiento, e incluso la mayoría de los DVDs grabadores y televisores con disco duro que se han comprado en los últimos dos o tres años, sólo tienen sintonizador analógico. Por ello, son incompatibles con la TDT. Será necesario conectar a cada uno un decodificador externo, o reemplazarlos por grabadores con sintonizador digital integrado. Si optamos por lo primero, al programar una grabación tendremos que elegir la entrada de vídeo como fuente, y procurar que el decodificador externo quede ajustado al canal adecuado (y que no cambie). Explícaselo a mi madre...

Otro problema con las áreas rurales es que muchos pueblos reciben una señal pobre, por lo que tienen problemas incluso con la televisión analógica. La reciben con nieve, doble imagen o interferencias, y algunos canales simplemente no llegan. Esto es particularmente preocupante en las zonas de montaña, donde cada municipio suele tener su propio repetidor. Con una señal débil, la televisión analógica se ve mal, pero la digital no se ve en absoluto. Tras el apagón analógico, por tanto, muchos pueblos van a quedar sin televisión, o van a malver tres o cuatro canales.

La TDT de pago no implica, como algunos medios de comunicación han intentado hacer ver, que los televisores y receptores comprados hasta ahora dejen de funcionar. Únicamente son incapaces de aceptar la tarjeta de claves y decodificar los canales de pago; pero esto ya se sabia, pues está en la especificación del estándar DVB. Y, ya que estamos, tampoco son capaces de acceder a los servicios interactivos, o mostrar imágenes en alta definición, capacidades que -también- han sido anunciadas a bombo y platillo como las grandes ventajas del nuevo sistema. Aunque mucho me temo que tardaremos mucho en ver dichos servicios: ambos requieren que las cadenas de televisión inviertan en infraestructuras (o que elijan emitir un canal de mejor calidad en lugar de dos canales inferiores).

Y ya ni hablo de la millonada que muchas comunidades de vecinos y particulares se están gastado para adaptar antenas, amplificadores y cableados para que funcionen correctamente con la nueva señal. Todos conocemos más de un caso.

Teniendo en cuenta que las ventajas reales de la TDT sobre la televisión analógica son, hoy por hoy, pocas, y que los problemas que creará la eliminación de la señal tradicional son importantes, todo este asunto me parece una locura. Mejor habría sido, sin ninguna duda, permitir que las señales analógica y digital convivieran pacíficamente. El único perjudicado de este apagón artificial es el televidente, que va a encontrarse problemas por todos lados. Pero, claro está, hay que mantener contentas a las televisiones para que no critiquen mucho al gobierno de turno. Así nos va.

domingo, 11 de octubre de 2009

El producto de la semana: Paint.NET

Hoy comienzo una nueva serie de artículos dedicados a cosas que uso frecuentemente. Cada semana escribiré sobre un programa, dispositivo o gadget que uso con frecuencia, o que me ha servido para salir de algún apuro. Muchas veces he descubierto cosas interesantes gracias a recomendaciones de amigos, o a artículos en revistas, blogs o portales de Internet, y creo que también a vosotros os puede resultar interesante.

En este primer artículo os voy a hablar de un programa que uso a diario: Paint.NET. Es una aplicación de manipulación de imágenes y retoque fotográfico con una funcionalidad razonable, pero completamente gratuita. Quizás, su mayor pega venga de que (como su nombre indica) sólo funciona bajo la plataforma .NET en Windows. Pero, para mi, eso no es gran problema.

La interfaz es sencilla y agradable. Al arrancar, se muestran las cuatro paletas básicas (Herramientas, Historial, Capas y Colores) sobre las cuatro esquinas de la ventana principal, donde menos molestan. Todos los comandos están a uno o dos clics de distancia, en las citadas paletas o en la barra de menús (bastante bien organizada):


(clic para ampliar la imagen)

La funcionalidad base es más bien modesta. Permite leer y guardar los formatos gráficos más habituales (JPG, PNG, GIF, etc.), aplicar filtros comunes, y trabajar con documentos formados por múltiples capas. Si tuviéramos que ceñirnos a estas funciones, quizás no merecería la pena usar Paint.NET. Pero lo bueno es que es posible añadir funcionalidad instalando plug-ins. De esta forma, podemos añadir soporte para formatos no soportados (incluyendo, entre otros, el .PSD de Photoshop), agregar infinidad de filtros y efectos nuevos, e incluso, si nos aventuramos a programar un poco, crearlos nosotros mismos mediante un editor de scripts. Entre la miriada de plug-ins que hay disponibles, os recomiendo los efectos de Ed Harvey, y, si os aventuráis a escribir un poco de código, el Code Lab.

Os estaréis preguntando cómo se compara con Photoshop. No conozco la aplicación de Adobe a fondo, pero sí os puedo decir que la principal diferencia está en las capas de efecto, que Paint.NET no soporta (aunque su implementación está prevista para la versión 4.0). Por lo demás, de vez en cuando descargo tutoriales para Photoshop, y no suelo tener problema para seguirlos: los comandos, efectos y plug-ins se llaman de forma diferente, pero la funcionalidad está ahí.

Hay, al menos, otro programa gratuito que podría competir con Paint.NET (o incluso superarlo): el GIMP. Pero, aunque me gustaría probarlo, no he conseguido hacerlo funcionar en ninguno de mis ordenadores, ante la sorpresa de los desarrolladores presentes en el foro de soporte oficial. Ni siquiera lo consigo con la versión "portable". Quizás algún día os cuente la historia.

Los requerimientos mínimos no son excesivos hoy en día. Basta con un ordenador con 512 Mb de RAM, Windows XP (o posterior) y .NET Framework 3.5. Y un punto muy a su favor es que consume pocos recursos. En vacío, sin ninguna imagen abierta, consume tan sólo 24 MB de memoria, y al editar imágenes también resulta muy comedido. En el portátil y en el netbook, ambos con Windows XP 512 MB de RAM, puedo trabajar con varias fotografías de 8 Mpx. simultáneamente sin agotar la memoria.

En resumen, creo que Paint.NET es una aplicación más que válida para el fotógrafo aficionado, o para quien necesita trabajar con archivos gráficos ocasionalemente. Para un uso más profesional puede que le falte algo de "chicha", pero ese es el nicho de Photoshop, y lo cubre bien.

Ficha técnica

Categoría: software / aplicación / retoque fotográfico
Fabricante: Rick Brewster, Ed Harvey
Producto: Paint.NET 3.36
Plataforma: Windows (32 y 64 bits)
Web: http://www.getpaint.net/ (en inglés)
Precio: gratis
Lo bueno: Facilidad de manejo. Gratuito.
Lo malo: Menos potente que el programa de referencia, Photoshop.

Como veis, en la ficha técnica no hay una calificación. He decidido eliminarla por inútil. Leí hace unos meses que dicho campo sólo tiene sentido dentro de una comparativa de productos similares. Y tiene razón. Al ser un valor totalmente subjetivo, no se puede comparar la puntuación que yo le de a Paint.NET con la que otro autor le de al GIMP. Además, creo que mis lectores son suficientemente inteligentes como para sacar sus propias conclusiones leyendo el artículo y los datos de la ficha técnica :-) .

jueves, 8 de octubre de 2009

La foto de la semana: Camino

Este verano se ha abierto al público (por fin) el Castillo de Zamora, tras su rehabilitación para convertirlo en museo permanente para las esculturas del artista zamorano Baltasar Lobo. Y, la verdad, es una delicia pasear por entre esos muros centenarios. Sobre todo con una cámara en la mano. Aquí os dejo una imagen de las muchas que he tomado allí. Seguro que en el futuro vienen muchas más.

Camino / Path

Messenger y Windows Live: juntos y revueltos

La otra noche me llamó mi prima. Es un caso típico de usuario medio: se compró un ordenador hace siete años porque había oído hablar de eso de Internet, y lo usa para navegar por la web, atender el correo electrónico y editar documentos Word y Excel para temas de trabajo. Nada más. No sabe cómo funciona el sistema operativo, y no le preocupa. Igual que para encender el televisor y cambiar de canal no hay que saber lo que es un transformador de líneas o un filtro de peine.

Bien. Decía que me llamó. El caso es que el MSN Messenger le había dejado de funcionar, diciéndole que sólo volvería a hacerlo después de instalar una “actualización de seguridad”. Ella, confiada, siguió las instrucciones. Afortunadamente, la actualización provenía, realmente, de Microsoft. Desafortunadamente, le colaron por la escuadra toda la suite de Windows Live, incluidos los servicios de soporte requeridos (entre los que se encuentra SQL Server Lite). En un ordenador de hace 7 años, con sólo 256 Mb de RAM. Y no sólo eso: también le cambió la página de inicio de los dos navegadores que usa habitualmente (Firefox e Internet Explorer), y le añadió una barra de herramientas y un panel de publicidad (con enlaces a servicios de Microsoft) al navegador de Microsoft.

Naturalmente, todo eso se puede deshacer, y me tocó pasar un buen rato colgado del teléfono, guiándola paso a paso en la tarea de desinstalar a mano todo lo que ella no necesitaba, y restaurando la configuración de los navegadores. Suerte que ella tiene un primo informático.

Pero, ¿y quién no lo tiene? ¿De qué va Microsoft con estas prácticas abusivas? ¿De qué va Google instalándote con Chrome dos servicios en el sistema (uno para actualizaciones automáticas y otro para recoger información de fallos de programas)? ¿De qué va Apple colándote su navegador Safari como una actualización si tienes instalado iTunes o QuickTime?

Esto se está convirtiendo en una pesadilla. De verdad que añoro los tiempos en que para instalar un programa bastaba con abrir el instalador y pulsar “Siguiente” hasta llegar al final. Ahora hay que entrar siempre en la instalación super-hiper-megapersonalizada, y leer con atención toda la letra pequeña, porque si no, te cuelan media docena de regalitos. O más.

Luego nos sorprende que los usuarios le tengan miedo al ordenador.

martes, 6 de octubre de 2009

Fotografía para todos: Paisajes

Comienza un nuevo curso. Y, con él, la sección práctica de la serie Fotografía para todos. En ella intentaré dar unas pocas guías generales para resolver ciertos tipos de escenas, asentadas en la teoría que vimos en artículos anteriores.

En este primer artículo, voy a empezar por algo sencillo: los paisajes. Seguro que ya habéis sacado unos cuantos. Pero, como sucede a menudo en fotografía, no es suficiente con tener una escena bonita; también hay que tener cierta técnica.

Lo primero a tener en cuenta es el horizonte. Debe estar perfectamente horizontal. Si en nuestra imagen no se ve el horizonte (estamos fotografiando, por ejemplo, la ladera de una montaña, o un paisaje urbano), siempre hay elementos horizontales (una acera, un camino en la lejanía...) que nos pueden ayudar a que la fotografía no quede torcida. Y si no hay horizontales, podemos guiarnos por los verticales (farolas, cipreses...), siempre que queden cerca del centro de la imagen.

Una vez que tenemos el horizonte bien orientado, debemos decidir su posición dentro de la foto. Las fotos que tienen el horizonte en el centro son, por lo general, aburridas. Aquí es de aplicación la llamada regla de los tercios. Ya hablaré de ella con más calma en otro artículo. Pero por ahora, bastará con lo siguiente. Consiste en imaginar dos líneas horizontales que dividan la imagen en tres partes iguales, y colocar el horizonte en una de esas líneas. Esto nos obligará, también, a tomar una decisión: ¿es más importante el cielo o la tierra? Según sea nuestra respuesta, colocaremos el horizonte en la línea superior o en la inferior.

Aquí podéis ver dos paisajes otoñales, tomados la misma tarde. En el primero de ellos, el protagonista es el cielo, por lo que he situado el horizonte en la mitad inferior de la fotografía. Sin embargo, en el segundo, lo he desplazado a la parte superior para darle más importancia a los campos:

Campos muertos / Dead Fields Texturas / Textures

Por último, un par de consejos que, con seguridad, os ayudarán a mejorar vuestros paisajes. El primero es procurar que haya algún elemento en primer plano o algo que llame la atención o rompa la monotonía. Un paisaje de montañas nevadas puede ser bonito, pero si encuadramos de forma que ese refugio de piedra quede en primer plano, ganará mucho. El segundo es buscar escenas con cierta variedad cromática. Podéis observar ambas reglas en la siguiente imagen. La encina atrae la atención y rompe la monotonía, mientras que los colores del cielo y de la tierra presentan un contraste llamativo:

Campos de Castilla / Lands of Castilla

Una vez tengáis decidida la composición, bastará con calcular la exposición, enfocar y disparar. ¡Mucha suerte con vuestras creaciones!

jueves, 1 de octubre de 2009

La foto de la semana: Rocas y luces

He pasado parte de la semana pasada en Gijón y Oviedo (por eso ha estado parado el blog). Por supuesto, he hecho unas cuantas fotos interesantes, pero la que más me ha gustado la tomé la primera noche, justo después de llegar a Gijón. Está obtenida mediante la técnica del "apilado", y procesada íntegramente en la cámara. Equivale a un disparo con un tiempo de exposición de 40 segundos. Creo que el trabajo ha merecido la pena; vosotros diréis.

Rocas y luces / Rocks and Lights

De ascensores y oligopolios

La historia que os voy a contar probablemente os suene. Pero aún así quiero contarla para los que no la conozcan.

Hace unos meses, un inspector enviado por la Junta de Castilla y León nos notificó que, debido a una ley aprobada en 2005, debíamos hacer una serie de modificaciones a los cuatro ascensores de nuestra comunidad de vecinos. Por supuesto, lo primero que hicimos fue pedir presupuesto a la empresa con la que tenemos contratado el servicio de mantenimiento. Y nos informaron de que tendríamos que pagar la friolera de ¡60.000 Euros!

Para hacer corta una historia larga, os diré que intentamos pedir presupuesto a otras empresas, pero todas eran aún más caras. Y que, al final, negociando con la nuestra, conseguimos que nos dejaran el precio en 13.000 Euros, eliminando "partes opcionales". Menos de la cuarta parte, que se dice pronto. Pero, aún así, una pasta gansa.

Hay dos cosas que saltan a la vista. Sólo hay cuatro o cinco fabricantes de ascensores, y cada uno sólo accede a mantener los ascensores de su marca. De forma que pueden poner los precios que se le antoje: si tengo un ascensor de marca X, o pago lo que me piden ellos, o lo dejo sin reparar. Y, claro, como los de las empresas no son tontos, los precios rozan el límite de lo que pueden pagar los clientes. Prueba de ello es cómo, cuando les amenazamos con no hacer las mejoras, bajaron el presupuesto de esa forma tan exagerada, quitando cosas que, es evidente, habían metido antes para inflarlo (o, aún peor, reduciendo su beneficio a la décima parte).

Por supuesto, sobre el papel, el mercado de los ascensores es libre. Hay media docena de empresas que se hacen la competencia unas a otras, y el consumidor puede elegir entre ellas. Pero sólo sobre el papel. Como veis, la realidad es bien diferente.

Esto, señores, tiene un nombre: oligopolio. Y está prohibido (y penado) por la ley. Lo que me sorprende es que el Ministerio de Industria (que es quién regula este mercado) haga como que no pasa nada.

O quizás no debería sorprenderme tanto...