La foto de esta semana tiene truco. Esta foto nocturna está tomada a la luz de las lámparas de sodio que iluminan Zamora (y muchas otras ciudades). Estas lámparas tienen la peculiaridad de proporcionar una luz en la que está casi totalmente ausente el color azul, por lo que su balance de blancos no puede ser corregido de ninguna manera. La solución por la que he optado en esta imagen es un tanto drástica: convertir la fotografía a blanco y negro. Y, la verdad, después de ajustar el peso de los canales y ajustar los niveles, el resultado me gusta. Aquí la tenéis.
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