domingo, 18 de enero de 2009

Windows 7: la primera semana

Ha pasado ya una semana desde que Microsoft publicase la versión beta de Windows 7. Durante este tiempo, algunos de mis amigos y yo mismo hemos tenido tiempo de probarlo, incluso de usarlo en el día a día, en media docena de ordenadores, incluyendo PCs de escritorio, portátiles, máquinas virtuales y hasta un netbook.

Y la experiencia ha sido excelente.

Las sorpresas empiezan con la instalación. En máquina virtual en un ordenador de hace tres años, tarda unos 40 minutos. En ordenadores actuales, entre 15 y 20 minutos. No soy capaz de recordar una versión de Windows que sea capaz de instalarse en ese tiempo en máquinas de su época (¡y llevo usando el sistema operativo de Microsoft desde la versión 3.1!). Cuando la instalación termina, un vistazo al administrador de dispositivos habitualmente confirma que se han instalado drivers para TODOS los dispositivos. En las pruebas que hemos hecho, lo único que Windows 7 no ha instalado correctamente es el adaptador de red de VMWare.

En cuanto a la compatibilidad con software, ninguna pega. Microsoft promete que Windows 7 es igual de compatible que Vista SP1, y nuestra experiencia lo confirma. Desde WS_FTP LE (un cliente FTP de 1.995) hasta la última hornada de la suite Windows Live, todo ha instalado y funcionado perfectamente. También ha habido otras mejoras: la primera versión de Windows Vista costaba convencerla para que usara la conexión a Internet compartida por Windows XP, mientras que Windows 7 entra en una red local existente a la primera, y permite acceder sin problemas a recursos compartidos y conexiones a Internet sin tener que configurar nada.

El rendimiento, como ya avanzaba hace unos días, también es espectacular. Una instalación limpia de Windows 7 con Aero Glass desactivado tiene un conjunto de trabajo de unos 250 Mb, frente a los 320 Mb de Windows Vista en condiciones similares. El netbook (un Acer Aspire One con 1 Gb de RAM y procesador Intel Atom a 1,6 Ghz) es capaz de correr Windows 7, pero algo más lentamente, como era de esperar.

Windows 7 también mejora el rendimiento con adaptadores gráficos de gama baja (ahora es posible usar con cierta soltura Aero Glass con sólo 128 Mb de RAM de vídeo) y el consumo de batería en dispositivos portátiles (sensiblemente menor al de Windows Vista). El inicio del sistema, eso sí, es algo más lento que en el caso de la versión anterior.

La interfaz de usuario es mayormente similar a la de Windows Vista. Al margen de pequeños cambios en el menú Inicio y en el explorador de Windows, lo que más llama la atención es la nueva barra de tareas. En ella se representa cada aplicación con un icono grande sin texto. Si una aplicación tiene varias ventanas abiertas, todas ellas se "colapsan" en un único botón, de la forma en la que lo hacía XP cuando se llenaba la barra de tareas, con la diferencia de que 7 lo hace aunque quede espacio libre. A mi la nueva barra de tareas me ha resultado algo incómoda, principalmente porque muchas de las cosas que hago mecánicamente no funcionan con el nuevo diseño, pero mis dos amigos no han tenido gran problema con ella.

Las aplicaciones ahora pueden controlar el contenido del menú de contexto de la barra de tareas (lo que Microsoft llama ahora "jump lists", o sea, "listas de comandos") y las vistas en miniatura que aparecen al colocar el puntero del ratón sobre el botón correspondiente. El Explorador de Windows e Internet Explorer, por ejemplo, muestra en el menú de contexto sendas listas de carpetas y sitios web accedidos frecuentemente para poder acceder a ellos con un solo clic.

Wordpad y Paint han cambiado por primera vez desde su introducción en Windows 95. Ahora, en lugar de las barras de menús y de comandos, muestran únicamente una cinta al estilo de Office 2007. Ambos programas han incluido funcionalidad nueva, como la posibilidad de hacer zoom, mostrar los documentos a pantalla completa o (en el caso de Wordpad) soporte para los formatos de documento de Word 2007 (.docx) y Open Office Writer (.odt). Esto hay que considerarlo en su lugar: poca gente usa Wordpad y Paint. Y Microsoft lo sabe. Pero las mantiene como una especie de miniaplicaciones de demostración. Ese es el sentido que tiene el actualizarlas para mantenerlas a la par con la última versión de su suite ofimática.

Cuando comento un producto, me gusta fijarme en los defectos que tiene (y en la forma de solucionarlos). Pero en el caso de Windows 7 hay poco que criticar. Es sorprendentemente estable y compatible, y los cambios en la interfaz de usuario parece que son a mejor. El resultado es un sistema bastante ajustado, listo para ser usado a diario, y con una calidad incluso superior a la de la primera versión de Windows Vista. Aún estando todavía en fase beta. Es de suponer que Microsoft siga mejorando el producto en los meses que quedan hasta su lanzamiento (previsto para este verano). La verdad, estoy ansioso de ver cómo queda la versión final.

Ficha técnica

Categoría: software / sistema operativo
Fabricante: Microsoft
Producto: Windows 7 beta
Plataforma: Windows
Web: http://www.microsoft.com/windows/windows-7/ (en inglés)
Precio: gratis (descarga gratuita desde microsoft.com)
Lo bueno: Rendimiento y estabilidad impresionantes para una beta.
Lo malo: La nueva barra de tareas no gustará a todos.
Calificación: 10/10

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