Hoy, a raíz de un artículo en el que contaba sus aventuras y desventuras conduciendo un coche con cambio de marchas manual (como buen estadounidense, está acostumbrado al cambio automático), ha hecho una reflexión sobre cómo la mayoría de la gente usa un ordenador:
- Al leer comentario tras comentario intentándome convencer de que mis prioridades personales eran incorrectas, me di cuenta de que yo conduzco como mucha gente usa un ordenador. No quieren saber la diferencia entre ROM y RAM, o cuántos disquetes puedes almacenar en un cable modem de 6 megabit (sic). Sólo quieren navegar por Internet, enviar correo electrónico y ver las fotos de sus nietos. (Vale, quizás quieran hacer otras cosas también, pero saber la diferencia entre PIO y DMA seguro que no está en la lista).
Uno de los párrafos más acertados que he leído en mucho tiempo. Los informáticos a menudo estamos tan enfrascados en nuestros bits y bytes, que nos olvidamos que para la gente los ordenadores no son más que un electrodoméstico. Al usuario medio le da igual si el procesador es Intel Core o AMD Athlon 64, o si corre Windows, Linux o Mac OS. Lo que le importa es poder encenderlo, abrir el navegador web (Firefox, Explorer u Opera - da igual) y navegar un rato, sin esforzarse mucho, y sin tener que descifrar crípticos mensajes de error. Igual que Raymond quiere coger el coche para irse al trabajo sin tener que preocuparse de cómo funciona la caja de cambios y el embrague.
Estamos equivocados, distanciados de la gente. Y lo peor es que son los usuarios quienes la pagan. Ojalá llegue un día en que todos los que programamos, montamos ordenadores o gestionamos redes nos demos cuenta de que nuestra labor es simplificarle la vida al usuario. No complicársela.
Más información: http://blogs.msdn.com/oldnewthing/ (en inglés), http://blogs.msdn.com/oldnewthing/archive/2009/03/27/9512420.aspx (en inglés)
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