Esta semana toca, una vez más, una fotografía nocturna. Pero con una diferencia. Era una noche fría y con niebla, de esas que por más que te aprietes el abrigo se te cuela el frío hasta los tuétanos. Iba apretando el paso cuando miré a un lado... y me encontré con esta escena. Frío o no frío, saqué la cámara, con los dedos entumecidos ajusté sensibilidad, exposición y balance de blancos, y disparé una ráfaga. Éste es el resultado.
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1 comentario:
La foto mereció elfríoque pasaste. Un abrazo. Germán
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